Quiero que me lleves al cielo de tus siete rosas
Donde los arboles cuelgan racimos de estrellas
El susurro musical tiene el quedo del paraíso
Y la lluvia dorada baña mi rostro con aceites
Quiero penetrar en la mina sacra de tus aguas
Lavar en su fuente las ansias que me da la vida
Y en la cosmografía de tu piel el paisaje etéreo
Caminar tus divinas protuberancias y cavernas
Siento al aproximarme a tu cuerpo galáctico
Que corrientes de aguas mansas me invaden
Y un palacio de placer se construye en el mío
Esteros de primavera me invaden con sus flores
En una lluvia de pétalos que entibian mi sangre
Provocando una cosecha de gemidos fantásticos
Hay en tu mente un lecho de pétalos fantásticos
Allí donde el amor sacia a dedadas tus golosinas
Una rosa se enamora de un pájaro que la circunda
Y le regala un coctel melífero de energizante savia
Es la resonancia de tu voz la que mueve mis deseos
Y me lleva a hombros al universo en un viaje sideral
Donde estrellas del medio día corren el manto solar
Iluminando el cielo con sus efluvios de oscuridades
Una sabana vaporosa asilueta tu caricia mas intima
Al ritmo de nuestros musicales nombres, quedos
Y nos perdemos el uno en el otro hasta el amanecer
El reloj alarga su tictac entretenido observándonos
La rueda del tiempo se detiene en tus ceceos agónicos
el telón de nuestros apetitos le da paso a la existencia
Cuando percibo tu voz en las sombras de mis noches
Un ejército de pequeños duendes surge debajo de mi cama
En su carcaj transportan Flechas doradas, urticantes de amor
Toman mis sabanas y se apoderan de mi cuerpo sensible
Palabras farfullantes de tu ceceo, como un Sortilegio
Arrobamiento que despierta mis sentidos más agudos
Rosa que sangra y salpica mis entelequias recónditas
Estampida de pasiones que se provocan con un beso
Oscuridad que proyecta su lenguaje de siluetas móviles
En los muros del cuarto, escena estelar que me custodia
Pasan por la fragua que moldea tu organismo de bronce
Allí en esa soledad acompañada que me brinda tu lejanía
Disfrutamos el uno del otro de recuerdos y quimeras
Mientras el ritmo del tiempo nos aproxima de nuevo
Hay en la virtualidad de nuestro amor caballos que se desbocan
El relámpago aprendió de tu montura su fiereza y luminosidad
En ella siento tu pelo como crines que besan vientos rojos
Lengua que recorre los bajos de tus trasparencias húmedas
Es una marejada tu amor de provocaciones impetuosas
Cardes serpenteantes como colas de cometas me arropan
Las femeniles formas de tus ancas tienen la fuerza del corcel
Siento que soy un jinete que se embriaga con tu caballería
Cabalgamos por mundos extraterritoriales aderezando el tiempo
Las estampidas frenéticas de tus manadas hípicas, erguidas
Cascos alados que se escurren en el espacio nos transportan
En la oscura noche basta nombrarte y vienes mí con tu fantasía
La polvareda de caminos hace una nube de fantásticas ofrendas
Y galopan todas nuestras ambiciones en la celeridad del deseo
Algo de geografía
Un paraje místico junto a una cascada de aguas blancas
Un lecho la estera de hierbas entrelazadas tejida por pájaros
Un camino al gusto y los deseos que me brinda tu pasión
Tumulto de aves que se disfrutan nuestro amor campestre
Geografía de tu cuerpo que recorro en besos de aceite
El lago de tu ombligo donde bebo burbujas sicodélicas
Trepo sin soga las montañas de tus senos ariscos y altivos
Valles de angélicas comarcas donde el éxtasis me atrapa
Autopista de tus piernas talladas en piedra de cantera
Y tus brazos de Venus mármolizados, piel de cobre
Socavón de los delirios que se inunda al roce de tu almendra
Floresta que me brinda sus rosas en un cesto formidable
Tu voz canta la balada de los delirios concluidos y
Los espejos de nuestras almas se empañan de la fogosidad
Un torrencial de fulgores, la paraselene erguida
Se asoma con la luna en mi balcón mirada
En su espectro cinético bosqueja tu silueta
Allí penetra entonces para dormir en mis ojos
Acarreo de runas pictóricas de múltiples matices
Que sobre nubes de sombras ligeras, anónimas
Trasforman tu figura en una danza rítmica, mutante
Ave, árbol, casa, música, metamorfosis psicodélica
Lluvia de meteoros de algodón, dulce pirotecnia
Hacen del cielo un estadio mágico que te sujeta
Exaltación máxima de nuestros juegos de amor
En un suspiro mí chinchorro: móvil, zigzagueante
Adormeces la noche mientras miro el reino celestial
Y mi mente disiente si eres verdad, remilgo o fantasía
Los mares del espacio me llaman a sus jardines
Plaza de flores interestelar, gotera de diamantes
Brebaje de totumita donde los Dioses perdidos
Beben y disfrutan tus ojos de Maria-mulata
Espacio infinito desde donde tú alumbras mis días
Me remonto mas allá del cielo, casa de mi enajenación
Allí donde los luceros se mecen en sus cunas y
Las estrellas gravitan danzas infantiles cantando nanas
Boleto de primera para mis viajes por los prados siderales
Cada uno de tus recodos es un vagón de sueños
En ellos transito desde tus ojos a tu risa cantarina
Luna cósmica que se mete por mi ventana y me posee
Que me mira, haciendo de mí, presa de tu mar galáctico
Y yo me quedo aquí en la tierra, disfrutando tu cuerpo
Cuando te desnudas el universo corre sus cortinas
La florescencia se nutre de los colores de tu piel
La naturaleza calca tus formas de sensualidad
Una orquídea se apodera de tu centro, voluptuosa
Cuando me das tu abrazo mi camino se recupera
Los lagos duermen las aguas en sus orillas de flores
La luna hace una fiesta con sus trenzas blancas
Recorriendo sus dedos de hielo por mi espalda
Si me besas una savia nutre mis emociones lúcidas
El viento se enajena con tus bálsamos febriles
Tus pechos se yerguen pendulares al paraíso
En el momento que me amas y eso es otra cosa
Una luz pulcra se cuela por las asperezas de la tierra
Tu entidad me contiene y mi cuerpo te regala mis rosas
Basta una ligera recordación para que mi deseo aflore
Y es que mis manos te llevan calada en sus capas
Dermos implícitos que se estimulan al menor contacto
Que Cuando toco un fruto, un ruedo; se despiertan
Todo lo que tiene vida te evoca, el viento te carga
Las abejas de tus labios me deleitan con sus alas
La baba de las golondrinas teje nidos con tu aliento
Las fárfaras azules del firmamento copian tu imagen
Eres el continente del cosmos y mi mundo te contiene
El gesto cuando alisas la tela de tu pelo me embriaga
Todos los movimientos tuyos me detienen, ilusionado
Mis olores están impregnados de los aromas tuyos
Un pájaro es una citara con alas que se desboca en cantos
Recordarte hace que las cosas se pongan en movimiento
Soy el aguador de ríos que fluyen de tus cuencas
Azacàn que bebe el odre de tus profundidades
Mis dedos provocan la lluvia celestial de tu hortera
Que generosa nutre mi sed de amor y de lascivia
Soy también un mar de ternura que tú provocas
Que descubre cada palpitación de tus protuberancias
Venado herido que se pierde en tus bosques y
Encuentra en tu cuerpo el sueño de tus mieles de fuego
Una palmera de tus arenas húmedas me regala tu amor
Y yo recibo sus higos en un collar de pasiones delicadas
Que se meten en mi cerebro como un calidoscopio
Cuando beso las hojas de tus encuadernados labios
Un diluvio de sonrojos amatorios me baña y siento
Que no hay un fin, que siempre que te amo es un comienzo
Mi manera de amarte me llega de pronto al gusto
Perejiles picados aromáticos balsamizan mi lujuria y
Te cubro de hierbas finas, orégano y albahaca
Bocado exquisito de mi cocimiento agridulce
Delectación que disfraza la búsqueda de tu almendra
Lengua que cala tus ondulaciones universales
Oficio de cocina que embelesa mis deseos y te busca
En el vapor de un caldo, en un guiso de cebollas
Es tu contacto el vino que marina mis carnes
Prominencias sensoriales de tu lengua me deleitan
Se roban de mí los sabores perfumados de mi cena
Ellos son el ingrediente de la piel que te arropa
Secreto natural de tu sexo de melocotón partido
Dentellada que arranca tú esencia y me llena
Un deleite de pétalos de azúcar son tus labios
Lengua en delirio que busca la raíz del beso
Joyas de amor, plumas que entintan mis palabras
Hilos que tejen nidos exuberantes sobre tus bordes
Festones de almíbar al vuelo, saliva de golondrinas
Soliloquio de luna desvelada que deambula por el día
En besos de alas de mariposa tus pestañas me invaden
Me recorren estimulando cada vellosidad eréctil
Es tu beso un pasaje al patio lejano del universo
Árbol hospitalario de los aromas más delicados
Floreo de mis papilas jugosas, alocadas, felices
Déjame beber la eternidad a sorbos de saliva
Que tus humedales se roben el color de mis labios
Tú y yo enredando nuestras bocas para siempre
Yo soy ese mar en alta que lame tus orillas
Mis espumas agitadas socavan tus playas
Beso mordiente de aguas de espejos cortantes
Caricia húmeda que rastrea todas mis ansias
Casta galáctica que me envuelve en su nebulosa
Como una capa fina de diamantes encendidos
Suspiro de sol envejecido que pretende a colombina
Y tu tambor se apaga para dejar paso a mi sueño
Como el corcel de ocho patas del Dios Odìn
Se encabrita tu organismo y agita mis aguas
Es tu cuerpo saturnal; mi cometa preferido
Barullo de luciérnagas con sus luces estrepitosas
Sinfonía muda que descarga su ardor en mis huesos
Yo solo cierro mis ojos te contemplo y te amo
Es nuestro amor una música que se desata con una mirada
Armonías que penetran con cada caricia y cada pensamiento
Susurros de nuestros nombres en la embriagues de la pasión
Sonidos de cuerpos que orquestan delicias quedas, apacibles
Es tu cuerpo una manta de seda que se amolda al mío
Cada beso es una nota que encaja lentamente poseyéndonos
Luminosidades que dejan su memoria en mis manos
Lengua de alas transparentes que bebe de mis labios
Colirio para mis ojos es tu sonrisa, bálsamo espiritual
Y mi almohada son las plumas de tus quimeras voladoras
Tus aromas me invaden estimulando cada célula
Todo sentido adquiere tus formas cuando te amo
Piel, pechos, caderas: nadan en el mar de mi conciencia
Enajenándome, reconstruyéndome, dándome la vida.
Es tu cuerpo una cadena de sucesos estelares
Luna que se deshoja en gemidos de pétalos multicolores
Aromas de mujer que bañan mi piel y la poseen
Boca entreabierta que se deshace y me llama
Espasmos de tus entrañas que gravitan mi ser
Implosiones que me atraen hasta tu centro
Humedades de amor que se cuelan por mis porosidades
Es nuestro amor un coro de cuerpos concéntricos
Que entonan aleluyas de besos infinitos
Potra que se desboca entre mis manos que te arriendan
Yo solo soy el labriego de tus surcos divinos
Un minero que socava tus profundidades y
Tu la montaña que me brinda los tesoros mas esplendidos